Los documentos para partir

El procedimiento para la expatriación preveía la solicitud y la sucesiva concesión del pasaporte. Aquél para el emigrante, desde el inicio del Novecientos, estuvo por un largo período caracterizado por una tapa de color rojo. Para obtenerlo era necesario hacer la solicitud al alcalde del municipio de residencia que, a su vez, la enviaba al Ministerio de asuntos exteriores, acompañándola con una declaración de nulla osta a la expatriación. Sobre el pasaporte del hombre con familia a continuación podían ser inscriptos la mujer y los hijos y también los ascendientes convivientes. Para los inscriptos a la conscripción servía también el nulla osta de las autoridades militares. Naturalmente se pagaba una tasa de concesión de la cual eran exceptuadas las personas que iban al exterior por trabajo